El expresidente Bill Clinton. Productor Harvey Weinstein. El expresentador del programa “Today” Matt Lauer. El fallecido financiero estadounidense Jeffrey Epstein. ¿Qué tienen en común estos hombres poderosos?
Además de ser muy poderosos, estos hombres también eran muy estimados en sus respectivos oficios. Poseían personalidades infladas en el apogeo de su notoriedad. Son firmes demócratas. En un momento u otro disfrutaron de un gran privilegio evadiendo las consecuencias de sus acciones. También fueron acusados, y en el caso de Weinstein condenado, de agresión sexual contra mujeres vulnerables.
Con las últimas acusaciones de la ex ayudante del Senado, Tara Reid, ocupando el centro de atención en la prensa y las noticias más notorias, el exvicepresidente y candidato presidencial demócrata Joe Biden se ha sumado a esta extensa lista de presuntos abusadores.
Pero, hay una cosa más que estos hombres poderosos tienen en común. Estaban, y en el caso de Biden, él está siendo protegido por algunas mujeres poderosas.
La representante Madeleine Dean del cuarto distrito del Congreso de Pensilvania, junto con otras tres congresistas de Pensilvania, harán campaña a favor de Joe Biden incluso cuando enfrenta un escrutinio cada vez mayor de las acusaciones de agresión sexual. CARTOONS | BOB GORRELLVIEW CARTOON
Llamándose a sí mismas las “cuatro fantásticas”, estas legisladoras liberales llevaron la ola de activismo femenino a cargos políticos, al mismo tiempo que se enfocaban cada vez más en la desigualdad de género y el movimiento #MeToo (#YoTambien en español) contra la agresión sexual.
Ahora que han alcanzado su posición de poder, abriéndose paso entre la delegación del Congreso compuesta exclusivamente por hombres, ¿qué han elegido estas mujeres hacer con su nuevo poder? ¿Apoyar a las mujeres que presentan acusaciones creíbles de acoso sexual y agresión? No, hacen campana y apoyan al acusado.
Para ser exactos, Tara Reade ha acusado al candidato presidencial demócrata, Joe Biden de acorralarla contra una pared, meter la mano debajo de la falda y penetrarla con el dedo. Esas son acusaciones bastante claras: acusaciones que se han hecho con evidencias creíble que corrobora el del tiempo del presunto asalto.
¿Qué pasó con ser el guardián de mi hermana?
Parece que, para Madeleine Dean, esos sentimientos son pasajeros. Durante el transcurso de las audiencias en la Corte Suprema del entonces juez Brett Kavanaugh, los demócratas de alto nivel nos dijeron a todos que debíamos “creerles a las mujeres”. La senadora Mazie Hirono (D-HAWAII) les dijo a los hombres “que se callaran” y que les creyeran a las mujeres sin cuestionarlas.
Stacey Abrams dijo: “Creo en las mujeres, y creo que las sobrevivientes de la violencia y abusos sexuales siempre merecen ser apoyadas para que se escuchen sus voces”. La senadora Kirsten Gillibrand dijo que se debe creer a las mujeres “todo el tiempo”. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tuiteó: “La Dra. Christine Blasey Ford tuvo mucho valor para presentar su historia”. Ella continuó diciendo: “Al pueblo estadounidense se le debe una investigación exhaustiva de las acusaciones graves y creíbles contra Brett Kavanaugh”.
¿Y esta vez, que? Ahora que las acusaciones apuntan a un compañero demócrata, ¿dónde están las voces de nuestras hermanas levantándose por Tara Reade, defendiéndonos, y pidiendo que se realicen “investigaciones exhaustivas” al caso de acusación a Joe Biden? ¿Realmente creen que las mujeres deben ser creídas “siempre” o solo cuando sea beneficioso para sus compañeros políticas?
¿Dónde están los guardianes de nuestras hermanas mujeres? ¿Dónde están las gorras rosas en la cabeza de las mujeres que realizan protestas masivas contra el atropello de los derechos de las mujeres? ¿Se debe creer a las mujeres, específicamente a Tara Reade?
Sí, las acusaciones contra Brett Kavanaugh fueron ciertamente “graves”. Si eran “creíbles” o no es una discusión diferente. La Dra. Ford no podía recordar el día, la hora, el año, el lugar ni cómo llegó a casa exactamente. Tara Reade, por otro lado, lo recuerda todo.
Incluso si tomamos a Joe Biden en sus propias palabras de que cuando una mujer alega agresión sexual, deberíamos suponer y creer que está diciendo la verdad. ¿Por qué cuatro congresistas de Pensilvania se pondrían del lado del acusado? ¿Por qué no suponen y creen que las palabras de su hermana es la verdad? ¿Nos han engañado? ¿Era la pasión por la causa de las mujeres un engaño para sus aspiraciones políticas? Ahora que ellas son mujeres poderosas, ¿harán responsables a los hombres acusados de agresión sexual? ¿O solo hombres republicanos por interés político?
Ya sea que estos políticos recuerden sus promesas de creerle a las mujeres o no, nosotras las madres de los suburbios debemos recordar esas promesas y hacer a los políticos responsables. Debemos recordar votar por lo que es mejor para nosotras y para nuestras hijas. No olvidemos nunca esta traición en las urnas a la hora de votar.
Kathy Barnette, autora de “Nothing to Lose Everything to Gain: Being Black and Conservative in America” (Nada que perder y todo que ganar: la realidad de ser una mujer de color conservadora). Kathy también se postula actualmente para el Congreso de los Estados Unidos en el 4to Distrito de Pensilvania.